Pues nada muchachada: Ya veis, hasta el alcalde tiene envidia de nosotros y sigue nuestros pasos (aunque sea más fino y use cuchillo y tenedor) brindando con una cañita. Aunque, eso sí, de momento no se ha dejado caer por el local social y vaya a otros establecimientos a dejarse el sueldo.
4 comentarios:
Hombre, algunos preferimos que no se pase por nuestra casa. Somos bastante elitistas y no nos gusta que nos visite cualquiera.
Que vaya donde obtiene votos.
Que venga a buscar bicarbonato que se lo dejaré barato(y le regalo una caja de gomas)
¿El tío de la foto quien es?
¿Es un vagabundo?
no, es mi amigo
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