¿Y para que estábamos allí? Pues para celebrar los 31 añicos del Polillica, que ya son unos cuantos.
Y menuda merienda se casco el tío... tortillas, ibéricos, queso,..., muy bien muy bien. Ah! y la tarta que se inventó junto al maestro kiwi. Mejor que aquella mierda que nos hizo aquel año para los toros.
Y alguna foto de la merienda, con Enricón con su chupa-chulo-putas, Alejandro como no con el vino en la mano, el kiwi que ya sabemos que siempre es el rey de la fiesta (el tío sabe de todo), etc, etc, etc.
Bueeeeno, y también estaba como no el Pancetix. Joder como se puso de zampar, se lo comió todo. Llevaba dos días sin comer para llegar a esta merienda. Alejandro tuvo que quitarle el plato en un par de ocasiones porque hasta lo estaba relamiendo. Y si, es verdad, acabó llevándose un plato que le prepararon con las sobras de la merienda...
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